Este sábado 23 el Seminario ha estado de celebración: ocho hermanos seminaristas han sido instituidos lectores y acólitos, en su camino de preparación para el sacerdocio. Pablo, Vicente, Toni, José, Román, Nacho, Catalín y Federico han recibido de mano de su madre la Iglesia los servicios de proclamar la Palabra y servir el altar en la Eucaristía.
El ministerio de lector supone una relación profunda e íntima con Jesucristo a través de su palabra. Como decía San Jerónimo, si desconocemos las Escrituras, no conocemos a Cristo.
El ministerio de acólito los acerca al profundo misterio de Jesucristo como pan de vida, mediante la preparación, con amor y veneración, de la mesa del altar.
A la celebración, presidida por nuestro obispo auxiliar, D. Esteban Escudero, han acudido familiares y amigos a acompañar a los seminaristas en este paso dentro de su camino de entrega absoluta a la Iglesia como sacerdotes. El obispo les ha animado a no quedarse en ritos externos, sino a aprovechar estos ministerios para aterrizar cada día la Palabra en su vida y en su situación actual; y a vivir ellos mismos como una ofrenda para el mundo, unidos íntimamente al sacrificio de Cristo.
Pedimos que el Señor les conceda a estos hermanos ir haciendo suyas las palabras que un día les dirá el Obispo como mandato de vida de parte de la Iglesia:
«Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; cree lo que proclamas, vive lo que enseñas, y cumple aquello que has enseñado»
«Recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras y conforma tu vida con el misterio de la cruz del Señor»
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