2 - La llamada va siguiendo un proceso de descentramiento. Esto se manifiesta cuando se van dejando los intereses de uno mismo y se van adquiriendo los intereses de Jesús... Igual que hicieron los apóstoles, cada cual tenían su trabajo, sus redes, su barca... Y no sólo eso, sino también las cosas del corazón: mis planes, mis proyectos, mis intereses, mis tesoros…